En el marco del seminario de la Fundación Observatorio PyME fui invitado al panel sobre «El escenario global y sus desafíos para la industria argentina», el cual se desarrolló en la sede de la UIA y donde el Observatorio Internacional de Políticas Públicas de la FOP realizó su presentación.
Espacios de diálogo como estos son imprescindibles para trabajar en una agenda conjunta que nos permita multiplicar las oportunidades que tenemos en cada cadena de valor.
Quiero agradecer a Giorgio Alliata di Montereale, presidente de FOP; Federico Poli, su director ejecutivo, y Patrizio Bianchi, presidente de la Comisión Consultativa del OIPP, exministro de Educación Italia y UNESCO Chair.
Durante el encuentro destaqué uno de los puntos claves para un sector transable como el nuestro, la Agenda de Competitividad, basada en que la mejor política industrial en un contexto como en el que nos encontramos es generar las condiciones necesarias para competir de igual a igual con el resto de los países del mundo.
El Costo Argentino no saca de la cancha del escenario mundial: más costo es más precio y menos competitividad.
Para construir competitividad se debe capacitar trabajadores, incorporar tecnología e innovación al proceso productivo, mejorar la infraestructura, repensar la logística, y también simplificar normativas y actualizar las regulaciones.
Si bien la macro se está corrigiendo y su estabilidad es condición necesaria, no es suficiente, y los fundamentos micro y sectoriales son fundamentales.
Hay que entender lo que está haciendo cada país para fortalecer su sector productivo y la Argentina debe acordar reglas claras y estables para fomentar la inversión y el crecimiento.
El crecimiento sostenido es la base para la generación de empleo formal y de calidad. Ese es el círculo virtuoso que buscamos entre generación de riqueza y bienestar social.