Este sábado participé de la conmemoración por el 110º aniversario del genocidio armenio.Es difícil encontrar palabras ante el dolor profundo e inmenso que golpeó a esta comunidad que tuvo que atravesar la matanza de sus familiares.Es remarcable como tantos hombres y mujeres de las generaciones que continuaron en el camino de la memoria pudieron seguir adelante focalizándose en el futuro con trabajo, educación y siempre con esperanza.Una comunidad admirable que le dio y le sigue dando tanto a la Argentina. Son muchísimos los industriales armenios, todos comprometidos con el país y nunca olvidando su historia.