“La planificación a largo plazo no es pensar en decisiones futuras, sino en el futuro de las decisiones presentes”. La semana pasada usé esta frase de Peter Drucker en un encuentro en la provincia de Salta al que me invitaron los principales dirigentes de las juventudes empresaria y sindical para dialogar sobre el futuro del trabajo.
Creo que la falta de generación de trabajo en el sector privado nos obliga a pensar en un nuevo modelo para implementar en el presente. Uno de los desafíos más urgentes es el de absorber a los cientos de miles de jóvenes que, año a año, se suman a la fuerza de trabajo y que no encuentran en el mundo privado un lugar donde desarrollarse profesionalmente.
No se trata de un problema nuevo: desde hace diez años que el sector privado en la Argentina no genera empleo. Esto se da por dos principales razones: el bajo índice de creación de empresas y el justificado temor de los empresarios PyMes a tomar nuevos empleados.
Al analizar a otros países, nos encontramos con casos como el de España y Canadá que, con una cantidad similar de habitantes, nos duplican en el total de empleo privado registrado. Por otro lado, cerca nuestro, tenemos ejemplos como los de Brasil, Chile y México, cuyos índices de creación empresaria superan ampliamente a los de Argentina, que sólo genera una PyMe cada 2.000 habitantes.
Si deseamos iniciar una nueva era en materia de empleabilidad, será imprescindible bajar impuestos y reformar las leyes laborales anti-Pymes vigentes que, en lugar de alentar y premiar la generación de empleo, la penalizan. Debemos entender que, de lograr cambios en estos aspectos, los primeros beneficiados serán los propios trabajadores.
Si pensamos en empleabilidad, hay un tercer factor que no debemos perder de vista: cerca de 200.000 puestos de trabajo están vacantes en la actualidad porque las empresas no encuentran recursos técnicamente preparados para ocuparlos. Por eso, dentro del combo de decisiones a debatir en el presente debemos incluir a la educación y a la capacitación técnica en escuelas y universidades como factor fundamental de desarrollo.
Estoy convencido de que el diálogo y el trabajo intersectorial serán llaves para salir de este estancamiento.
El encuentro realizado en Salta entre empresarios jóvenes, sindicalistas que dan sus primeros pasos y Estado es una muestra de cómo es posible pensar en soluciones conjuntas. Sólo con un acuerdo que incluya la colaboración y el compromiso de los diferentes sectores podremos revertir las condiciones que desde hace una década frenan el crecimiento privado y la contratación de empleados en el ámbito de las empresas.