En nuestro país se da una situación extraordinaria: nuestro corazón industrial es también la zona que presenta mayor riesgo de contagio por su densidad poblacional. Esto llevó a que intendentes limitaran la autorización de actividades productivas.
Pese a que la industria no es foco de contagio, la necesidad de usar el transporte público para llegar a los trabajos llevó a que intendentes sólo aprobaran entre un 10 y un 15% de los pedidos para abrir sectores fabriles. Pero cada día que pasa, la situación es aún más crítica.
Desde el sector industrial compartimos con las autoridades la preocupación ante un pico de contagios. Por eso es que hemos presentado protocolos que evitan el uso del transporte público, incrementan las normas de sanidad y promueven los testeos rápidos en las fábricas.
Hemos seguido de cerca casos como los de Portugal y Alemania, que en sus fábricas testean a sus trabajadores semanalmente. La reciente creación de tests rápidos por parte de científicos argentinos nos ayudará bajar los costos y aumentar la disponibilidad de los mismos.
Será importante también contar con protocolos de transporte específicos para cada cordón del Conurbano y que las empresas tomemos la responsabilidad de cumplir las nuevas normas de distanciamiento, higiene y seguridad.
Quedándonos en casa evitamos un colapso sanitario. Ahora, es momento de buscar una salida ordenada, y el desafío lo tenemos en el Conurbano por reunir densidad poblacional e industrial. Ante esta complejidad, decidimos presentar protocolos que permitan responder a este desafío.
Esperamos que las autoridades municipales y provinciales puedan analizar y aprobar estas propuestas que contemplan la reactivación del sector fabril, sin perder de vista el cuidado de cada trabajador de la Provincia.