Este martes se realizó la asamblea de la Unión Industrial Argentina (UIA) donde tuve el honor de asumir la presidencia de esta gran entidad en este nuevo ciclo.
Quiero agradecer a todos sus integrantes por confiar en mí para este nuevo desafío que llevaré adelante con dedicación y compromiso, y avanzar en la construcción de propuestas y la búsqueda de consensos.
La industria es la forma de multiplicar las oportunidades en agro, minería, servicios y energía, generando cadenas de valor.
Para ello, necesitamos que producir en la Argentina vuelva a ser un buen negocio. Venimos a defender y poner en valor a la industria.
El país necesita diseñar un nuevo contrato productivo que combine el orden macroeconómico con una visión de desarrollo estratégico, que deje atrás el péndulo entre proteccionismo extremo y apertura sin reglas, y que reconozca a la industria como pilar para la creación de empleo, la generación de divisas y el desarrollo territorial. Por eso, nuestra propuesta es trabajar en una normativa que genere igualdad de condiciones para quienes producen en el país.
La Argentina debe asumir con urgencia potenciar una industria sólida y dinámica, igualando las reglas de juego entre quienes producen localmente y quienes lo hacen en el exterior.
Se ha cargado sobre la industria nacional un conjunto de distorsiones que fueron asfixiando su capacidad de competir.
La alta presión fiscal, la inflación crónica, la falta de financiamiento productivo, las rigideces laborales, los costos logísticos elevados, la inseguridad jurídica, la industria del juicio, la regulaciones ineficientes y una estructura macroeconómica inestable son algunos de los pasivos que han quitado competitividad y, aun así, la industria siguió adelante.
No quiero dejar de hacer una mención muy especial al Dr. Daniel Funes de Rioja, quien comandó la querida Unión Industrial Argentina y realizó un invaluable trabajo durante los últimos años y, nuevamente, a todos los integrantes del Comité Ejecutivo por la confianza.